Que Dios (oseasé, Yo) me pille confesado... [Stellita]

Me tiré sobre el sofá. Puto encuentro en el desierto, siempre me destrozaba las mejores camisas de Armani. ¡Qué pijo era, la hostia! Evite reírme de mi propio desvarío mental y observé el techo, pensando, sí, por primera vez.

Manzana en mano, me dediqué a buscar al inútil de Alec por toda la base. Llevaba días en su búsqueda y no había logrado encontrarlo, estaba desesperada por encontrarle, necesitaba gritarle con toda mi alma.
- ¡Eres un inútil! - grité al verlo tirado en el sofá, y sin más le tiré la manzana.
Últimamente tenía una mala hostia impresionante y si. Hacia cosas raras.

Esquivé la manzana como pude. ¿Y ésta que coño hacía en la base?

-¡¿Inútil yo?!-exclamé escondiéndome detrás de un cojín, por si quería darme más hostias.-¿Qué he hecho?

- ¡Si! ¡Inútil tú y todos los miembros de esta puta empresa! - grité. Caminé con prisa hacia el sofá y me dediqué a darle golpetazos con uno de los cojines mientras seguía gritando. - ¡¿Es que no sabéis hacer nada bien?! ¡No habéis logrado ni acabar con una mocosa bastarda!

Me quise volver sofá. En serio. Dios, que humor.

-Eh, relaja, relaja. ¡Yo no tengo la culpa de que tu noviecito se colase a salvarla!-exclamé, y solté un bufido.-De todos modos, esa chica es bastante buena, y resiste bastante bien los golpes, Stella.

Al escucharle dejé caer el cojín al suelo y yo tras él. Enrollé mis piernas con los brazos y enterré la cabeza en las rodillas.
- Korse me va a matar, no he echo nada de lo que me pidió bien, me he dejado llevar por los sentimientos...

Suspiré y la abracé, con cariño.

-No seas tonta, Stella-susurré.-Has hecho más que eso. Ahora sé como encontrar a Holly, sé cual es su punto débil, sé como manejarla. Podemos tenerla con nosotros.

Besé su cabeza.

-Además, no voy a dejar que Korse te mate, ni si quiera que te toque, ¿vale? Era una misión suicida, todos lo sabíamos de ante mano, y tus lazos con Alex te han jugado una mala pasada, pero ya está.

Apoyé mi cabeza sobre su hombro al sentirle a mi lado. Desde que había llegado a Scarecrow él siempre había cuidado de mí y nunca se lo había agradecido. Siempre le andaba con desconfianzas, malas palabras, malas caras y insultos. Nunca le había dicho lo mucho que le agradecía todo lo que hacía por mí día a día... No tenía pensado decírselo, era demasiado orgullosa como para hacerlo, pero si podría demostrárselo de otra manera. Me voltee y le abracé. Si. Esa era la mejor manera para indicarle todo lo que sentía.
- ¿Sabes que si haces eso nos matará a los dos no? - sonreí levemente. Se me había pasado todo el cabreo de golpe.

-Korse me necesita-reí.-Y te necesita a ti. Porque aunque no te des cuenta, Stellita, Alex es aun vulnerable a tus encantos. Y yo he atacado recientemente a Holly, así que... Estará rabioso y deseando venganza-le sonreí.-Korse me necesita para que consiga manejar a Holly, ponerla en contra de Alex, y a ti te necesita, porque es Alex quien controla a los Killjoys. Y si eso no le es suficiente, yo le pego un tiro y lidero a esta panda de inútiles como tú dices.

- Ojalá todo fuese tan fácil como suena... Pero dudo que Alex todavía sea vulnerable a mí, ahora tiene a Holly, yo ya no le importo. - susurré pasándome las manos por la punta del pelo, las cuales necesitaban un rápido corte para sanearse, estaban echas polvo. - Pero sea como sea tienes todo mi apoyo Alec, y quiero ir contigo cuando ataquemos a los Killjoys - le miré sonriendo.

-No te creas... No la tiene del todo-sonreí recordando mi encontronazo con Holly.-Ella es... Manipulable. Alex es su punto débil. Cuando la secuestré, la dejé echa polvo al decirle que Alex no iba a venir a por ella, porque te tenía a ti, y eraís felices. Hace un par de días le aseguré, que Alex sólo la salvó para saber si había adivinado algo sobre ti y... Se lo creyó.

- Eres un crack. - solté de golpe. - Óyeme, ¿no crees que este tono castaño me hace parecer buena? - me miré el pelo de nuevo . - Creo que me teñiré de negro otra vez¿que piensas? - sonreí mirándole de soslayo. Me rugió el estomago, el cual cada día aumentaba mas de tamaño, la ropa me comenzaba a quedar estrecha y los pantalones igual. Me había engordado...

-Gracias, gracias-reí y después la miré.-Sí, te da un aspecto de ángel que no acaba por pegarte...-miré preocupado su vientre.-Stella, no es por alarmarte ni nada pero... ¿Cuándo debe bajarte la regla?

Enarqué una ceja al escucharle.
- ¿La regla? ¿Que pregunta es esa? - No me esperaba para nada que me preguntase eso pero tenía razón, la regla aún no me había bajado desde... Me llevé las manos a la boca. - Dios mio... - me levanté corriendo para buscar el móvil, donde lo apuntaba todo.

La observé ir a por el móvil.

-Te dije que yo quería dejarte embarazada-intenté bromear para quitarle importancia al asunto.-¿Es eso? ¿Estás embarazada?

Me temblaban las manos, esto era lo que menos quería que pasase. No quería quedarme embarazada de Alex, no ahora ni en esta situación... un mes y dos semanas hace que tendría que haber bajado la regla. Me llevé las manos a la cabeza y perdí el móvil de estas.
- No puede ser Alec, no puede ser... - alcé la mirada mirándole. Estaba apunto de llorar, todo esto me venía grande.... ¿Como no me había dado cuenta de esto hasta ahora?

Agarré su móvil antes de que se estampase contra el suelo y lo dejé en la mesa. La senté en el sofá, acariciando sus manos.

-Eh, Stella-susurré.-Mírame, ahora con más motivos no dejaré que te pase nada. Ya verás, además, siempre puedes abortar.

Alcé la mirada y le miré. En mi cara se podía ver lo muy asustada que estaba, esta era una de esas pocas veces que se me veía así.
Negué con la cabeza.
- Yo.. no... no puedo abortar. - susurré. - Debería pero no... no puedo Alec. - me mordí el labio inferior con rabía para evitar echarme a llorar. - Además, no hay porque dar por echo que me han echo un bombo... puede ser... ¡un retraso! Largo, pero retraso. ¿A que si? - asentí rápidamente. - Claro que si. Lo és...

Suspiré de nuevo y besé su frente.

-Stella, no es un retraso, ambos lo sabemos. Hay que afrontarlo ahora, mira... Yo puedo ser su padre adoptivo-propuse, quería que se sintiese mejor, que no se preocupase.-De verdad, le enseñaré a montar en moto, y a ligar.

Suspiré. Alec tenía razón, no servía de nada intentar mentirme a mí misma, tenía que respirar hondo y afrontar lo que me venía encima como la mujer adulta y responsable que se suponía que era.
- Prefiero que sea niña. - comenté al escucharle. - Y que no se parezca al padre... - eso era lo que más deseaba, ya que le negaría a Alex y a todo el mundo que mi bebé era de él. - No se que le diré a Alex si se entera...

-Bueno... Podemos ocultarlo aquí-comenté mirándola.-Pero tendríamos que controlar que nadie se enterase de que es de Alex-susurré.-Si él se entera, quizá lo reclame o algo así.

- Que reclame lo que quiera, el bebé es mío y punto. - dije casi a la defensiva. Alex y esa estúpida de Holly no se llevarían a mi pequeño o pequeña, no mientras yo estuviese con vida, no mientras pudiera evitarlo... - ¿Entonces diremos que el bebé es tuyo? - pregunté extrañada. No sabía que Alec tenía esta faceta tan, tan... nosé.

-¡Claro! Fecundación invitro. ¿Nunca has oido hablar de ella? Pues a esta, invitro yo-bromeé.

Me eché a reír de mala manera.
- Eres un idiota. - seguí riendo durando un buen rato.

Reí al verla así. Estaba mucho más guapa cuando sonreía.

-No soy idiota, ¡si te hago gracia es por mi descendencia payasíca! ¿Esa palabra existe?