GHASFDSAGHDFASHGDFAHGFDAS [Holly / Alex]

Cuando llegamos a la base Izzy había conseguido despertarme tirándome agua encima. Me levanté sobresaltado, pegando un grito al sentir de nuevo la herida del costado. Izzy se acercó y me apoyé en él.

-Tranquilo, lleva a Alec a algún sitio seguro mientras me voy a curar.

Izzy no estaba muy seguro y me puso la mano sobre el hombro.

-Estaré bien, Izzy.

Le sonreí con seguridad y le vi desaparecer cargando a Alec sobre él. Apreté la mandíbula con fuerza, encaminándome hacia la base como podía.

Me preocupaba que Alex no hubiese vuelto aún, así que salí a fuera, y creo que eso había llegado a ser peor. Saludé a Izzy que llevaba a Alec, y después le vi a él. Se me encogió el estómago.

-Alex-exclamé yendo hasta él.-Déjame ayudarte...

Hice que se apoyase en mí, y le guié hacia el interior de la base, para poder curarle.

-¿Qué te ha pasado?

Mi orgullo no me iba a dejar apoyarme sobre ella, pero no podía hacerlo. Estaba demasiado débil, a punto de desmayarme de nuevo. El punzante dolor no me dejaba pensar. Me agarré a ella y traté de caminar hasta que pude sentarme sobre una de las camas.

-Alec me disparó, pero él se llevó unos cuantos tiros más -siseé- Ahora es el turno de que le destroces o lo haré yo.

Suspiré y le quité la camiseta con cuidado. Observé la herida y finalmente, cogí lo necesario para curarle. Mordí mi labio inferior mientras desinfectaba la herida.

-Pensé que no ibas a volver vivo-confesé.

Me eché hacia atrás, cerrando los ojos mientras dejaba que sus manos, calientes y delicadas me curasen. Yo sólo no iba a poder hacerlo. La herida escocía, pero no dolía tanto cuando era ella quien me curaba. Bufé y solté algún taco mientras lo hacía.

-¿tan poco confías en mi?

Sonreí levemente al escucharle y finalmente, empecé a vendarle con suavidad. Temía hacerle daño.

-No confio en Alec-sentencié y le miré.-¿Estás mejor?

Me senté sobre la cama y sonreí, algo cansado.
-Él no me hubiera matado nunca.
Le agradecí el vendaje y asentí.
-Al menos ya estoy en casa... -suspiré- ¿Habéis conseguido atrapar a Stella?

Me arrodillé y apoyé mis manos sobre sus piernas, mirándole.

-Está dormida-susurré.-Tengo que decirte algo sobre Stella, Alex... Ya sabes que no es santo de mi devoción, pero... Aunque ella me ha pedido que no te lo diga, yo... Apuff... Yo tengo que hacerlo. No me sentiría bien si te lo ocultase.

Cogí aire.

-Pero tengo miedo de cómo vas a reaccionar.

Arqueé una ceja y sentí un terrible sensación en el estómago y mi corazón dejó de laitr. Aún no sabía si estaba preparado para hablar con Stella. Ni siquiera para verla. Cogí las manos de Holly y me las llevé a los labios, dándole un suave beso.

-Hazlo, Holly. Cuanto antes lo sepa, será mejor.

Suspiré, asustada. Qué cómico, estaba asustada.

-Stella está embarazada, de ti-solté de carrerilla, y evité mirarle.

eso había sido como una bomba. Solté de golpe sus manos y por un momento pensé que era fruto del delirio de la herida. Negué con la cabeza, con el corazón desbocado me levanté, sin pensar en nada.

-¿Dónde está?

Tragué saliva y le miré, para después, negar con la cabeza.

-No puedo dejar que la veas, Kobra me lo ha pedido, y ella no quiere verte-susurré mirándole.-Lo siento.

Desvié la mirada, fijándola en el suelo.

Me sentía impotente. Me siguieron una serie de sentimientos contradictorios, pero sólo uno era seguro. Iba a ser padre y ese niño no iba a quedarse sin él. Me acerqué a Holly.

-Me da igual, ese niño es tanto suyo como mío. Y Kobra no tiene ninguna autoridad sobre mi.

Estaba rabioso, necesitaba verla, necsitaba comprobar que eso era real.

-Alex...-susurré mirándole.-No quiere que lo sepas, no quiere que seas el padre de su hijo. No quiere saber nada de ti.

-Me da igual -dije serio, cabreado- ¡Es mi hijo! Joder, Holly, entiéndelo, es mi hijo.

-Y lo entiendo-susurré.-Lo entiendo... Pero también la entiendo a ella, Alex.

-¿Qué quieres que entienda? Sigo siendo el padre de su hijo y no me va a apartar de él.

-Alex... Se ha buscado otro padre-tragué saliva.

Me giré de golpe, sintiendo cómo toda mi sangre se concentraba en mis nudillos, cabreado.

-Quién -dije serio-

Miré al suelo. No pensaba decirselo, eso ya no.

-Un scarecrow.

-No me jodas -descargué la rabia golpeando el puño contra la pared- O me dices dónde está o me encargaré de encontrarla yo solo.

-Alex...-susurré mirandole.-No pienso decirte donde esta. Así que haz el favor de descansar, joder.

La miré decepcionado.

-HAz lo que quieras, yo pienso encontrarla, esta base no es tan grande.

-Alex, no estas en condiciones de ir a buscarla-me quejé.-Solo tienes que mirarte.

-Me da igual -dije saliendo de allí.