Jodiendo a los Scarecraw un poco [DastanKristen]

Había llegado a la base de los Scarecraw. Necesitábamos información, y Alex estaba fuera de combate o no se, pero no movía un dedo, y me estaba cansando. Tampoco sabía nada de Dastan desde hacía dos meses, y mi mala leche había augmentado. Dejé la moto detrás de una montaña de arena y me tapé con una capa del color del desierto.
No me costó mucho entrar a la base, vaya idiotas. Parecía que no hubiese nadie, era extraño. Solo necesitaba algo de información, para poder seguir, para tener la sensación de que estabamos sobre algo...Alex me mataría, lo se...
Entré en una sala, parecía un antiguo laboratorio, y no había nada importante, por más que busqué no había nada..
Escuché movimiento en el pasillo y me dirigí a la puerta con la pistola en la mano. Eran dos, con suerte no me verían... pero la suerte es puta. Al salir del laboratorio la puerta chirrió, y los guardas me vieron, disparé y le di a uno, que cayó al suelo, pero el otro me dio en el hombro, antes de darle yo a él.
Salí de la base aun más cabreada. Escuché como sonaba la alarma y corrí hacia la moto. Me monté y conduje como pude hasta estar lo suficientemente lejos. Me dolía el brazo y no podía aguantar bien la moto. Me puse agua en la herida, no era muy grande, pero si sangraba*

Por suerte, desde hacía un tiempo había encontrado el refugio perfecto. Era una cabaña abandonada en mitad del desierto. Parecía que se habían cargado a todo el mundo, pues aún quedaba comida enlatada, ropa y muchos trastos.

me aseguraba de no dar señales de vida, por si pasaba cualquier patrulla, pero estaba seguro de que estaba bien allí, sería una larga temporada sin tener que hacer arriesgados viajes a la ciudad.

Además, me venía bien para olvidarla. Con cualquier excusa para acercarme a ella era bastante, y no podía seguir así. La ponía en peligro a ella y a su hermana, era doloroso, pero no estaba hecha para mi.

De vez en cuando me movía para que no me localizaran, pero siempre acababa volviendo a aquel lugar donde al fin tenía una cama, agua con la que lavar la ropa, y, sobre todo, donde poder refugiarme las noches de tormenta.

Estaba echándome la siesta cuando escuché un motor. Me agaché y miré por la ventana, hubiera sido demasiado fácil reconocer su larga melena. Cogí la espada por si alguien la seguí y corrí hacia ella, viendo la herida que tenía.

Mandé un mensaje a Alex con el brazo bueno, ya que a estas horas ya sabría que me habría pirado, y estaría preocupada y muy enfadado. Escuché unos pasos y cogí la pistola, haciendo una mueca de dolor al cogerla por instinto con la mano derecha. Pero la mueca se transformó en una de sorpresa al verlo, ahí delante, corriendo hacia mi* pero que coño...?

-Vengo a rescatarte, una vez más -bufé y cogí la moto, arrastrándola por la arena- Si sigues haciendo semejante ruido los SCARECROW no dejarán de seguirte. Corre hacia la cabaña y espérame, allí estarás a salvo y encontrarás agua. Cuando llegue te curaré.

Suspiré y me obligué a apartar la mirada, la hubiera besado, la hubiera cogido en brazos y yo mismo le hubiera llevado, pero no podía, tenía que ser indiferente.

Nadie ha pedido tu puta ayuda *dije mirándolo. SIn embargo le hice caso y fui hacia la cabaña. Me senté y a lo indio y me puse un poco más de agua en la herida. Cerré los ojos por el dolor y miré por la ventanita que había. Verle despues de dos meses enteros sin saber nada de él me había afectado, claro que si... Respiré hondo y esperé a que viniese, me estaba matando el quemazón del hombro*

Sus palabras habían sido más dolorosas que cualquier disparo. Vi cómo alcanzaba la cabaña y arrastré la moto hacia allí, guardándola en el cobertizo para que nadie pudiera verla. Después volví y limpié el enorme rastro. Abrí la puerta de la cabaña y cogí el botiquín.
-Toma -dije seco- ¿puedes hacerlo sola o necesitas mi puta ayuda?

Alcé la mirada cuando abrió la puerta y apreté la mandíbula. Sabía que reaccionar así no me haría bien.. actuar con borderío me jodía, porqué lo que realmente necesitaba era abrazarlo, pero me tenía que aguantar las ganas.
Alcé la ceja y cogí el botiquín de malas* puedo sola *dije sin más. Me aparté la melena del hombro derecho y bajé el tirante de la camisa, ya que el roce escocía. Intenté no hacer ningún ruido de dolor, pero joder si dolía y encima no llegaba bien*

Bufé al verla tan burra, pero yo no iba a ser quien cediera, no, no después de lo que me había costado alejarme de ella no iba a caer como un imbécil. Me fui hacia la ventana a observar si alguien la había seguido mientras ella se curaba de mala manera ella solita. Porque ella solita se lo había buscado, si quería mi ayuda, que me la pidiera, que no mordía.

Me estaba costando más de lo que pensaba, era un completo desastre con la mano izquierda. Bufé y miré el reloj, era tarde, y el sol se colaba entre las montañitas, anochecía* me cago en la hostia.. *susurré intentando ayudarme con la mano derecha, pero cuando la movía veía las estrellas. Y no quería pedirle ayuda, no podia.. sabía que si me tocaba caería.. y no podia ser, me había dicho que no y no podía hacer nada

Me giré despacio y evité mirarle la herida, porqe sabía que correría a ayudarla.
-Está anocheciendo, no te sigue nadie. Tienes dos opciones, pasar aquí la noche o aventurarte con la moto, pero tal y como tienes al brazo sería una misión suicida.
Y no pude evitarlo, me acerqué a ella y acabé de vendarla.

Iba a contestar de manera fría, pero sentir sus manos sobre mi piel me calló de immediato. Cerré los ojos y apreté los puños mordiendome el labio inferior* No puedo quedarme en esta cabaña... no... no puedo* y era cierto, no podía porqué si lo hacía, si me quedaba, los sentimientos que creía bien guardados saldrían a la luz, y caería, claro que caería...me moría de ganas* lo mejor será que me vaya *dije alejándome de él, cogiendo ni chaqueta*

Me aparté y me apoyé contra una de las paredes, cruzándome de brazos.
-No seas boba, sabes que no aguantarás en la moto más de 20 minutos. Me iré de esta cabaña si quieres, pro no pongas en riesgo tu vida por no saber controlar tus sentimientos.

Entrecerré los ojos mirándolo* vete a la mierda Dastan *susurré, aun sabiendo que me había oido. Me puse en pie y salí fuera, necesitaba fumarme un piti y alejarme de él. Miré el cielo, parecía que el si controlaba sus sentimientos, y de que manera...No quería pensar en ello, ni en lo que pasó hace dos meses, pero no podía evitarlo.. sin querer me pasaba el puto dia pensando en él y verlo ahí, era duro*

Apreté la mandíbula y me dediqué a recoger las cosas mientras ella estaba fuera. Ya había hecho bastante, no iba a dar un sólo paso más. Gruñí mientras dejaba el botiquín en su lugar y preparé la habitación para que ella pudiera dormir, esa noche saldría, así de paso podría patrullar para que nadie pudiera verla allí

Me acabé el piti y respiré hondo. Tenía los ojos hinchados, lo sabia, por el mismo hecho de aguantar todo lo que no podría salir a la luz esa noche. Entré de nuevo a la cabaña y procuré no mirarle. Pasé a la habitación y me senté en la cama* no hace falta que te vayas a ningún lado, si tenías pensado hacerlo... *dije sin mirarle. Guardé la pistola con el seguro puesto bajo la almohada y me quité la ropa, dejandola en la mesita de noche, para después meterme en la cama entre las sábanas*

No me atrevía a entrar a la habitación o el animal que había dentro de mi la reclamaría y le haría mía. Y no era justo. Suspire y me asome a la puerta.
-Pasare a echar un vistazo para ver si te siguen.
Me gire un momento para volver a asomarme.
-Buenas noches, princesa.
Cogí la daga y salí de la cabaña.

Asentí sin mirarle, aun sabiendo que estaba en la puerta. Cuando pensaba que se había ido, me dejó a cuadros cuando se despidió, y giré la cabeza hacia donde el estaba, encontrándome un momento con sus ojos. Los mios eran de sorpresa y tristeza, los suyos eran indescifrables. No me dio tiempo a hacer nada más, porqué salió de la cabaña, dejandome con el corazón acelerado. Respiré hondo y me tumbé de lado, intentando dormir.

ME senté en la arena, observando cómo el sol caía al otro lado de las dunas, ya había anochecido prácticamente. Me quedé vigilando el horizonte, escuchando cualquier detalle que pudiera delatar a algún intruso. Cerré los ojos, concentrándome, aunque mi mente estuviera a unos metros, en la puerta de al lado.

Cerré los ojos pero escuchaba cada pequeño ruido que había, era imposible dormir. Cogí de la mochila el reproductor de música y me puse los cascos, al menos no me aburriría si no me entraba el sueño. Salí de la cama y me asomé a la ventana de la habitación, buscándolo entre la oscuridad, aunque no lo veía. Me apoyé en el alféizar y me quedé mirando la luna. Estaba solo en ropa interior y realmente no me preocupaba ese aspecto, al fin y al cabo me había visto sin ella*

Sabía que se había asomado a la ventana. Reconocería sus pasos a kilómetros de distancia. Y hacía mucho ruido, además. Suspiré y me reprimí a mi mismo las ganas que tenía de levantarme y observarla, era una tentación demasiado fácil de caer, pero... No debía, no podía. Me levanté y me puse a caminar al rededor de la duna más cercana, tenía que sacarla de mi cabeza.

Al ver algo oscuro moviéndose entre las sombras me concentré en ver quien o que era. Pero enseguida supe que era Dastan, su manera de caminar era inconfundible, o al menos para mi. Respiré hondo, sabía que no podría aguantar así mucho más tiempo, o me volvería loca. Me puse las botas y cogí la primera camiseta que encontré, suya, que me llegaba por los muslos. Salí de la cabaña y lo perdí de vista* dastan..? *susurré mirando hacia adelante, buscándolo con la mirada*

No estaba muy lejos de la cabaña, así que no me costó escucharla. Al principio dudé entre si volver con ella o no. Me giré lentamente y me acerqué hasta donde se distinguía su figura.
-¿Me llamabas?

Me sobresalté al escuchar su voz tan cerca, pues pensaba que andaría más lejos* mm si.. *susurré. Ahora que estaba ahí no sabía que decirle. Respiré hondo y me acerqué un poco más a él. La oscuridad era me asustaba un poco, y más en el desierto, y sabía que él lo sabía* Puedes volver a la cabaña..

Instintivamente la agarré la mano para guiarla de nuevo hacia la cabaña y que no temiera. Entramos dentro y dejé la daga y la chaqueta sobre la mesa.
-Puedes volver a la cama, no saldré más por hoy.

Sonreí inconscientemente al sentir su mano rodear la mia y lo seguí hasta adentro de la cabaña. Encendí la bombilla que había, que emitía una luz tenue y suave. Me miré y después a él* te he cogido la camiseta... *Lo miré a los ojos, aun sabiendo que debía desviar la mirada*