Lost & Found [Kobra Kid & Holly]

El desierto resulta tan sofocante como siempre, evidentemente hay cosas que nunca cambian, por suerte a lo largo de los años he ido acostumbrándome a su sol abrasador y la arena que se mete por todos los rincones, por eso a pesar del calor permanezco con la chaqueta puesta, las gafas de sol y una bandolera cubriéndome parte del rostro. Es mejor no dejar el cuerpo al descubierto aunque sientas el impulso de ponerte en pelotas. A fin de cuentas eso no solucionaría nada...

En el horizonte se dibujan siluetas que se retuercen con las ondas de calor que desprende el suelo pero no se distingue nada interesante, como es habitual también. No sé qué coño hago por aquí, ¿qué esperaba encontrar?

Repentinamente distingo a alguien más circulando por la vieja y quebrada carretera, primera sorpresa en varios días, y según me acerco más a ella me percato de que se trata de una joven que sin duda no pertenece a BLI. Aunque eso es fácil de deducir porque casi nunca viajan solos.

-¿Te has perdido....?- pregunto repentinamente cuando ya estoy cerca de ella aunque mantengo una distancia prudencial de al menos un metro para que no se sienta asaltada y opto por apartarme el pañuelo de la cara.

Relaciones sociales con desconocidos sí, se me dan tan bien... en el mundo de la ironía, claro.

Llegaba tarde a la base, me matarían y eso sería divertido de ver. Las ray ban me protegían los ojos del sol, pero notaba su calor sobre mi piel, y la cazadora militar no hacía más que estorbar, pero no pensaba quitármela.

Realmente tendría que haber ido en mi moto, la cual, estaba en el taller y por lo visto, tardaría bastante en estar de nuevo a punto. No se escuchaba nada nuevo en el desierto, pero siempre debías estar alerta por cualquier pequeño sonido.

Por eso me sobresalté al ver aquel chico delante de mí. Le recorrí con la mirada, aprovechando que no podía ver mis ojos gracias a las gafas de sol. No parecia ser de BLI, y eso seguramente era una buena señal.

-Si me hubiese perdido tampoco te lo diría-alcé una ceja parándome.

-Vale, vale, perdón por la intromisión- levanto las manos como si me estuviera rindiendo aunque termino por reírme.
Para ser tan joven parece muy a la defensiva pero no la culpo por ello, supongo que mejor ser precavido y sobrevivir que confiar y que te traicionen a la mínima. Claro que eso también garantiza una soledad difícil de soportar...

-Supongo que entonces no vas a decirme a dónde vas, ¿no? Porque yo sí que me he perdido...- admito sin tapujos y sin avergonzarme.
Lo hago a menudo, empiezo a andar sin rumbo para ver qué encuentro y cualquier día me quedaré sin agua o sin comida pero... el que no arriesga no gana.

Solté una carcajada al escucharle. Es bastante cómico, la verdad.

-¿Y cómo te has perdido?-rodé los ojos.-Mira, sigues la carretera, en aquella dirección-señalé la dirección de la que yo venía.-Y en dos horas estás en la ciudad.

Me encogí de hombros. No iba diciendo por todos sitios que yo era de los killjoys y que, iba a su encuentro en esos mismos instantes, y mucho menos si alguien se aparecía de la nada preguntandome.

Cuando consigo que se ría sonrío satisfecho. Me da igual que se burle de mí o que simplemente le haya resultado gracioso, las risas hoy en día me resultan la música más agradable que pueda escuchar.

-Ahá... bien, gracias- sigo su dedo con la mirada y me limito a ser educado porque evidentemente esa información la sabe todo el mundo -Resulta que no quiero ir a la puñetera ciudad, mi intención es encontrar cualquier sitio que no tenga que ver con Battery ni con BLI- empiezo a hablar sin tapujos, me parece una tontería seguir mmm... ¿disimulando? Aunque yo no lo he hecho en ningún momento...

-¿Te parece que alguien con mi aspecto tendría lugar ahí?- me sujeto al chaqueta de rojo chillón dejando ver la camiseta de cebra amarilla de abajo y le muestro el casco de moto que llevo en una mano. Está claro que los de BLI me pegarían un tiro nada más verme por excéntrico.

-Entiendo que quieras ser precavida, es razonable, pero resulta que si no nos ayudamos entre nosotros va a resultar imposible parar a esos cabrones- afirmo con rotundidad limitándome a mirarla unos segundos para que piense bien lo que querrá decirme después de todo esto.
-Soy Kobra Kid- tras un rato le tiendo la mano.

Le escuché atentamente y observé sus ropas. Diferente, se notaba que él tenia estilo propio, y la camiseta de cebra me encantó, además, el casco de la moto era guay.

Y acabé asintiendo con la cabeza. No era de BLI, me lo acababa de confirmar, ¿quién de BLI usaría como mote "Kobra Kid"? Demasiado estúpido para ellos, pero era un mote pegadizo.

Sonreí y estreché su mano. Me quité las gafas y le observé.

-Little Bastard-me presenté.-Encantada. Y bien... No puedo llevarte conmigo porque no te conozco y eso, pero me conozco bastante bien el desierto. Puedo ayudarte a encontrar algún sitio.

Me muestro satisfecho cuando la joven consigue relajarse un poco y acepta mi mano. Me limito a estrechársela con energía pero sin apretar demasiado y ya que ella se quita las gafas decido hacer lo mismo. A la gente no le suele gustar no poder mirarte a los ojos pero la verdad es que eso a mí no se me da demasiado bien y empiezo a esquivarle la mirada.

-Entonces debes de ir a un sitio importante, ¿eh? Pero tranquila, no voy a presionarte. Me conformo con cualquier sitio que tenga cuatro paredes y un techo, necesito descansar un poco...- suspiro con cierto abatimiento y me relamo inconscientemente los labios resecos. ¿Cuánto tiempo llevo andando sin rumbo? Ni siquiera lo sé con exactitud, me niego a usar relojes, pero seguro que más de cinco horas.

-¿Hay algún sitio así por aquí cerca? Quizá incluso encuentro algo que me sirva de refugio ... ¿Sabes si soy el único loco que quiere vivir en el desierto?- sonrío burlonamente de lado y tras colocarme bien el asa de la pequeña mochila de piel que cuelga de mi hombro me dispongo a seguirla.

Le observé curiosa. No era muy normal encontrarte alguien en el desierto, y él me parecía raro, sí, no sé, me llamaba la atención. Asentí de nuevo al escucharle.

-Hay una pequeña cabaña no muy lejos de aquí, abandonada-expliqué.-Los de BLI no suelen pasarse por allí, así que es un buen lugar para pasar la noche.

Y yo lo sabía de buena mano, cuando el toque de queda se activaba y yo estaba por allí, tenía que esconderme y aquella cabaña era el lugar más seguro.

-Puedo acompañarte, si quieres...

-¿Una cabaña abandonada? Suena como la casa de mis sueños- sonrío ampliamente dejando claro que por absurdo que suene lo digo en serio. Cualquier sitio aceptable en el que poder vivir lejos de la ciudad ya me parece el paraíso, no necesito grandes lujos ni comodidades, sólo libertad.

-¿En serio? Te lo agradecería un montón y además te debería una. Nunca se sabe- le guiño un ojo de manera cómplice aunque la verdad es que no necesito deberle nada para ayudarla de forma altruista. Así soy yo, luego me como los marrones.

Empezamos pues a caminar, algo en silencio, hasta que decido hablar arriesgándome a otro corte de conversación rotundo.
-¿Cómo es que vas caminando? Es raro, casi nunca veo a nadie, la mayoría pasando volando en coche o moto y apenas sé quiénes son...- tuerzo un poco el gesto ante este último detalle. Supongo que soy demasiado novato por la zona pero me gustaría confirmar que hay más Killjoys con los que planear algo realmente contundente contra BLI y su Battery.

Reí al escucharle, la casa de sus sueños... Qué rarito era este chico. Comenzamos a caminar mientras yo le escuchaba hablar. Volví a ponerme las gafas y me ajusté un poco los guantes antes de echarme el pelo hacia atrás.

-No me cuesta nada acercarte-confesé, sin detenerme.

El silencio se apoderó del tiempo hasta que volvió a hablar, parecía que le molestaba estar en absoluto silencio.

-Tengo la moto jodida, precisamente iba a por ella-me encogí de hombros sin darle mucha importancia al tema.-La gente va, viene, nadie estaría tan loco como para detenerse en el desierto. Nadie excepto tú.

-Supongo que me equivoqué con el apodo y debería ser Krazy Kid...- tuerzo una sonrisa pero después la miro con un destello en la mirada -Piénsalo bien. ¿Qué lugar conoces más infinito y libre que el desierto? Sin el suficiente espacio me asfixio, nadie va a decirme qué hacer o qué decir y ni siquiera estoy dispuesto a fingirlo en la ciudad- tras exponer algunos de mis principios básicos me doy cuenta de que hacía bastante tiempo que no hablaba tanto con nadie, quizá por eso suelto tanto rollo, qué sé yo.



Repentinamente me detengo y arrugo el ceño, sosteniendo un brazo de Little para que se pare también.
-¿No oyes algo...?- al principio es casi inapreciable... pero a los pocos segundos un par de motos blancas ya se nos vienen encima acompañadas de los respectivos disparos de los Scarecrow que las conducen.

-¡JODER!- sólo puedo soltar eso antes de tirarme encima de la muchacha para acabar ambos mordiendo el polvo del suelo librándonos así de los lásers que pasan por encima de nuestras cabezas.

Le escuché atenta. En parte tenía razón, pero yo no soportaba demasiado el desierto. La arena, el calor, la sensación de angustia cuando se te acababa el agua... No, imposible.

Cuando se paró, le miré extrañada, al principio no había escuchado nada, pero a medida que pasaba el tiempo podía distinguir el ruido de las motos, y después, láseres.

-De puta madre-bufé al notar la arena bajo mi cuerpo.-Una no puede pasear tranquila sin que aparezcan-rodé los ojos y como pude, saqué mi pistola.-No me digas que vas sin arma...

Me puse de pie lo más rápido que pude y disparé a la rueda delantera de una de las motos, reventándola.

-Puede que esté loco pero no soy idiota- respondo a duras penas mientras me incorporo desenfundado mi propia arma para ver como Holly consigue que uno de esos mamones muerda el polvo, aunque sigue vivo claro.

Opto por disparar al que todavía está encima de su moto ya que me parece más peligroso pero al parecer me equivoco.
Aunque consigo derribar a mi objetivo y dejarlo KO el Scarecrow que está en el suelo no se rinde fácilmente y consigue alcanzarme en un brazo tras lo cuál no puedo evitar dar un traspiés sosteniéndome la quemadura con los dientes apretados. Joder, duele, pero al menos no palmaré.

Observé como disparaba, no lo hacía mal. Me quedé mirando como el Scarecrow que permanecía en el suelo le disparó, y sin muchas dificultades, le disparé, acertando de lleno en su cabeza. Miré a Kobra, que sujetaba su herida.

-Creo que ya está-comenté, quitándome el pelo de la cara.

Que las patrullas paseasen por esa zona era ya algo habitual.

-Sí....- me limito a responder escuetamente con el ceño fruncido, observando la cabeza humeante del Scarecrow preguntándome porque alguien que aparentemente no pertenece a BLI se muestra tan frío. Empieza a inquietarme un poco, puede que aún esté enganchada al Battery pero desde luego esas reflexiones quedan para mis adentros.
-Seguro que ya queda poco, démonos prisa- acabo por añadir quitándome la bandolera del cuello para atarla a la herida y limitarme a andar volviendo a ponerme las gafas de sol.

Esta vez el trayecto resulta silencioso y un poco largo debido a ello pero finalmente nos topamos con la pequeña y abandonada cabaña. Realmente no hay nada en varios kilómetros a la redonda.
-Genial, muchas gracias por tu ayuda. Seguro que me guardas el secreto- le dedico una fugaz sonrisa de agradecimiento pero opto por dejar de molestarla. Es evidente que mi compañía no le entusiasma.

-Quizá nos volvamos a ver... algún día- me encojo de hombros y sin más rodeos me adentro en la casucha dispuesto a tomarme un descanso que ya me hacía mucha falta.

-Sí, bastante poco-me limité a responder. Guardé la pistola y continué caminando, mirando hacia atrás un par de veces durante el trayecto, no quería volver a ser sorprendida.

La verdad es que el trayecto me sirvió para plantearme claramente quién era la persona que me acompañaba realmente. Si vivia en el desierto y nunca le habia visto, ¿aparecía ahora sólo por casualidad? Seguramente fuese así.

Preferí mantenerme en silencio la mayor parte del camino hasta que llegamos a la cabaña. Me encogí de hombros ante su agradecimiento.

-La verdad es que paso demasiadas veces por aquí, así que, si no te mudas, quizá me pase a verte-le sonreí levemente.

-Bueno, serás bien recibida en tal caso. Por algo el escondite fue un descubrimiento tuyo. Además puede que cualquier día desaparezca de este sitio...- dejo la suposición en el aire porque ni siquiera estoy seguro de lo que haré o lo que pasará mañana así que mucho menos de cualquier cosa a medio o largo plazo.

-Ten cuidado a la vuelta, ¿vale? No quiero enterarme de que te han herido por ahí- supongo que se la trae bastante al fresco que muestre un mínimo de preocupación por ella teniendo en cuenta que acabo de conocerla pero no puedo evitarlo, es inherente en mí.

Tras esta despedida ambos dejamos que cada uno siga su propio destino. Quizá nuestros caminos se crucen de nuevo más adelante.