Cambiando el futuro [Holly]

Me planté delante del cibercafé y miré nerviosa el reloj. No es que Holly llegara tarde, simplemente era porque estaba tan nerviosa que el tiempo parecía que no pasaba. Abroché mi abrigo y cerré los ojos durante unos segundos.

Aparqué la moto delante de mi casa, y vi a Anna en la otra acera. Silbé, atrayendo su atención, para que viniese hasta donde yo estaba.

Mientras ella cruzaba, bajé de la moto y le puse la cadena, para que nadie pudiese robármela, estaba demasiado bien cuidada, la verdad.

Crucé la calle y me aseguré de que no había ningún Scarecrow cerca o alguien que trabajara en los laboratorios.
Sonreí cuando llegué a su lado y esperé que acabara de poner la cadena a la moto.

-Creo que estoy un poco más nerviosa de lo normal-susurré siguiéndola hasta la entrada-No te meterás en lios con otros por traerme hasta aquí, ¿verdad?

Miré a mi alrededor y después a ella.

-Tranquila, te aseguro que mis jefes no podrán ninguna pega nunca a nada de lo que haga-sonreí mientras subíamos las escaleras.-Es aquí.

Abrí la puerta del ático y la dejé pasar para después entrar yo y cerrar la puerta con llave. Me quité la cazadora, dejando a la vista la pistola, que permanecía colgada de la funda y caminé hasta la cocina.

-Siéntete como en tu casa-dije.-¿Quieres algo de beber?

Suspiré aliviada al oir su contestación. No me hubiera hecho gracia que le hubiera caido una bronca por traerme hasta aqui.
Entré la primera y observé como cerraba la puerta con llave. Supongo que siendo quien era, toda medida de seguridad era poca.
Miré distraida su casa mientras ella se quitaba la cazadora. Cuando iba a responder a su pregunta, reparé en la pistola que llevaba colgada y un escalofrío recorrió mi espalda.

-Eh... yo... una coca-cola estaría bien-susurré parada en medio de la sala.-¿Vives sola?

Cogí dos coca colas y volví al salón, le entregué una y la invité a sentarse con un gesto.

-Sí, vivo sola-asentí levemente.-Pero tampoco es que suela estar mucho tiempo aquí, así que, si necesitas algún día cualquier sitio para esconderte o algo, o para estar sola, puedes venir.

Me senté y sostuve la coca-cola entre las manos. Siempre me había gustado sentir el frío que transmitían.

-Gracias-sonreí ante su invitación de poder venir cuando quisiera.- Tú también puedes venir a la mia si algún dia te buscan o lo que sea. También vivo sola, en el edificio que hay frente a la tienda de BLI.

Esperé unos segundos y continué.

-Es verdad lo del desierto ¿no? Lo de que tenéis ahí vuestra base y todo eso... Aquí nunca se oye nada de por allí afuera, es como vivir encerrado en una pecera.

Abrí la lata y bebí un poco, pensativa.

-El desierto es bastante grande, no sólo nosotros estámos allí fuera-expliqué.-Los Scarecrows también patrullan el desierto, no es demasiado difícil estar en algún tiroteo diferente cada día.

Me encogí de hombros, era cierto. El desierto era el campo de batalla más grande en aquel momento. Scarecrows y Killjoys, todos contra todos, una locura, en definitiva.

Me estremecí al pensar en los tiroteos. ¿Cuanta gente podría haber muerto hasta ahora intentando darnos al resto una mejor vida sin recibir nada a cambio?
Quizás los furgones que veía entrar a veces en los aparcamientos de BLI llevaran algún rehén.

-¿Y llevas mucho tiempo allí afuera? Debe ser duro levantarte cada mañana sin saber como va a acabar el dia...

-Me encontraron mis jefes por el desierto cuando yo tenía quince años, y después de enfrentarme yo sola a los Scarecrows-expliqué encogiéndome de hombros.-Ellos han sido mi familia.

Volví a beber coca cola, pensativa. Llevaba dos años sólo con los killjoys, pero algo me decía que ese era mi sitio, que ese era el lugar donde debía estar.

El hecho de que hablara de constantes enfrentamientos con Scarecrow como si fuera lo más normal del mundo, aún me sorprendía. Creo que tendría que ir acostumbrándome a ello.
Aunque enfrentarse ella sola con ellos a esa edad... era algo totalmente insólito y digno de admirar.

-Bueno, por suerte te quedaste con ellos. Siempre es bueno que alguien te ayude cuando estás completamente sola-sonreí-Yo llevo prácticamente sola desde los quince.-esbocé una pequeña sonrisa-Y tengo ventiuno. Salvo por un pequeño lapso de tiempo que pasé con una familia hasta que cumplí la mayoría de edad.

La escuché, había pasado bastante tiempo sola, y vivir sola, con todo lo que estaba pasando, era complicado y dificil de enfrentar. Por suerte, yo no había estado sola, quizá por eso dejé de tener miedo a enfrentarme a las cosas que me venían.

-Yo sólo tengo diecisiete, y... Bueno, no sé, los Killjoys son mi familia, si ellos no hubiesen estado, quizá yo, ahora no estaría aquí-me encogí de hombros.-Ayuda siempre tener algún motivo por el que luchar, por el que seguir adelante.

-Si-contesté-Y eso es lo que andaba buscando, alguna razón por la que quiera levantarme por las mañanas de la cama.-Bebí un trago y sentí las burbujas en mi lengua.- Quiero intentar dejar de ser unas simple espectadora y pasar a la acción. Así que cuéntame, ¿Qué es lo que podéis necesitar de las entrañas de BLI?

La observé curiosa. En serio estaba dispuesta a arriesgar todo sólo por ayudarnos a nosotros.

-Necesitariamos alguna muestra de Battery, e información sobre los rumores que se escuchen, donde está Korse, que hace... Cosas así.

-Battery...-susurré-Eso estará facil, ayudo a hacerlo, no creo que me suponga un peligro que desaparezcan unas cuantas pastillas de las miles que hacemos al dia.

Me froté la frente e intenté pensar en algo que pudiera resultarle de interés.

-Ah, si. Se ha estado hablando de incrementar la dosis de Battery en cada pastilla. Hacerla mucho mas concentrada, lo que haría mas dificil poder desengarcharse de ella.-suspiré-No es nada seguro, pero es lo que he oido comentar.

¿Doblar las dosis? ¿Pretendían hacer el battery más adictivo y convertirnos a todos en zombies sedientos de esa mierda? ¿En serio?

-Korse está fuera de control-susurré mirando la lata de coca cola.-Pero necesitamos analizar el battery para encontrar qué tiene el battery que el radio evita.

Inspiré profundamente y pensé cuando podría robar algo de Battery de los laboratorios.

-Quizás mañana podría conseguir algo de Battery ya.-contesté-No te garantizo nada. Hay días que aquello está mas vigilado de lo normal y tampoco quiero arriesgarme siendo la primera vez que hago esto, porque se que me pondré nerviosa...

-Anna-la miré.-No quiero que te arriesgues más de lo necesario, ¿vale?

Sabía perfectamente que eso no era un juego de niños y no quería que fuese descubierta, ella podría darnos Battery, y nosotros podríamos investigar por nuestra cuenta.

Pero tener alguien allí dentro nos daba una gran ventaja, y ahora mismo, Anna era nuestra arma secreta.

-Tranquila-sonreí-Iré con cuidado. Esperaré a que haya poca gente y si no lo intentaré otro dia.

Puede que el mejor momento fuera por la mañana, la gente solía estar menos atenta.

-De todas formas...cuando lo consiga, ¿cómo podre contactar contigo?

La escuché y me quedé pensativa. ¿Cómo podría contactar conmigo? Sólo se me ocurría una cosa.

-Mediante móvil-comenté y me levante, encaminandome hacia una estantería repleta de libros, retiré un par de ellos y saqué una caja enorme llena de móviles.-Están modificados, sólo pueden llamar a un número.

Le tendí uno y la miré.

-Debes llevarlo siempre encima, si te pasa algo, o cualquier cosa, podré saber donde estás mediante esto.

Cogí el movil y lo sostuve entre las manos. Me sentí como James Bond o algo por el estilo, solo que yo probablemente pudiera no tener tanta suerta como él.

-Vale-susurré guardándomelo en el bolsillo del pantalón-Te mantendré informada con lo que sea.

-Vale-sonreí.-Y ten muchísimo cuidado, por favor. No te arriesgues si no es necesario, y no tienes una fecha límite para entregarme nada. Tómatelo todo con calma, y ve tranquila, no tienes que tener miedo, ¿lo sabes?

Sonreí y agaché la cabeza.
-Madre mía, esto suena como si fueras mi hermana mayor o algo por el estilo...-La miré unos segundos-Pero si, tranquila. Te prometo que si veo que no puedo por lo que sea, no lo haré. Pero controlo el sitio, los horarios de mis compañeros y no tienen motivos para sospechar de mi... al menos esos son puntos a mi favor.

Suspiré.

-Estaré tranquila, te lo prometo.

Reí al escucharla, ella era más mayor que yo, ¿y yo sonaba como la hermana mayor? Eso molaba.

-Está bien-asentí.-Si por algún casual, no puedo asistir yo a la cita, no dudes en que mandaré a alguien a por ti. ¿Vale?

Alguien a por mi. Uf... Conocer gente nueva no era algo que realmente me preocupara demasiado, pero sí el hecho de que quizás el Killjoy que pudiera enviarme no confiara en mi. Aún así asentí.

-Vale.-contesté-Pues...bueno, supongo que ya no hay mucho de lo que hablar ¿no?
Quizás fuera la hora de ir yendome y preparándome para mañana