Sex, Songs & Problems [Hampton]

Al notar sus dedos enredándose en mi pelo levanto la mirada y la observo responder, sumisa y obediente. Me sorprende que ahora sea yo el que tome las riendas cuando hasta ahora era justo lo contrario pero la verdad es que la idea no me desagrada. No, de hecho me pone todavía más y me veo obligado a estirar mi propio pantalón sintiéndome algo incómodo y tenso. Sí, creo que esa es la palabra......

-Entonces haré que te sientas bien- sonrío traviesamente e inmediatamente después me muerdo el labio inferior, acariciando su ropa interior con suavidad notándola cálida y algo húmeda según me atrevo a hundir poco a poco más los dedos.

Cuando empiezo a notar que le tiemblan un poco las piernas la libero, pero sólo momentáneamente. Enseguida mis brazos rodean sus muslos y las manos terminan en la parte interna de los mismos, obligándola a separar un poco más las piernas para acabar hundiendo mi propio rostro entre ellas.
Mi lengua recorre el mismo camino que mis dedos hace un instante pero ahora resulta mucho más intenso y no puedo contener un par de jadeos mientras no dejo de sonreír como una hiena.
-Qué quieres que haga- espeto de repente ardiente, deseando oírla decir en voz alta algo sucio.

Sentirme bien...
Necesito cerrar los ojos cuando noto como me agarra con firmeza. Simplemente no puedo verlo, no es que no me guste, ni que quiero que pare... es solo que me daría demasiada vergüenza mirarle después de esto.

Noto su lengua, presionando con fuerza y contengo un gemido, agarrándole del pelo casi sin querer. Las piernas me tiemblan demasiado y siento que en cualquier momento puedo derrumbarme. Entonces suelta esa pregunta y no puedo evitar mirarle unos segundos.
Yo no puedo obligarte... Estás cosas no se me dan...

Presiono su cabeza hacia atrás, hasta que queda sentado con las piernas estiradas, y me derrumbo en el suelo de rodillas sin poder evitarlo. Demasiada tensión... Aún tirada frente a él, sigo temblando y sin poder responder su pregunta.

Me acerco gateando y me siento sobre su pierna izquierda, sin saber cómo hacer para que vea que en estos momentos yo no me siento con fuerzas para pedirle algo.
Sabes como soy. Sabes que yo no puedo mandar a nadie y menos en estas situaciones....

Aproximo un poco más mi cuerpo al suyo, sintiendo la tensión en sus pantalones e incapaz de creer que yo pudiera haber provocado eso. Poco a poco introduzco las manos por dentro de su camiseta y voy arremangándosela mientras acaricio su cuerpo, intentando que olvide que le debo una respuesta. Acabo quitándosela y le beso mientras apoyo mis manos en sus ingles, sabiendo que ese gesto no ayudaba mucho a mis nervios.

-Lo sabes...¿no?-susurro mirándole avergonzada-Que yo nunca he...
Dejo la frase inacabada, sabiendo que no hacía falta acabarla. Puede que incluso ni decirla. Supongo que esas cosas se notan. Aún así dejo las manos donde están, mirándole esperando que comprenda que no puedo ordenarle si no se muy bien qué es lo que quiero.

Cuando en vez de responder empieza a empujarme me resisto un poco pero al final me dejo caer pesadamente, como un saco. Tengo que admitir que me ha cortado un poco el rollo, me gustaba más estar con la cara entre sus piernas...
Observo con cara de idiota como se me acerca gateando y mi mirada se fija inevitablemente en su precioso escote y lo que asoma a través de él antes de que se limite a sentarse sobre mi pierna. Por un instante creo que va a darme el placer de moverse pero no, se limita a quedarse quieta y yo le agarro la rodilla tirando un poco de ella hasta que vuelve a estar en contacto con mi pantalón.

Me siento aliviado cuando me sustrae la camiseta y esta vez ni siquiera me percato de la vergüenza de no poseer un cuerpo demasiado interesante, al menos bajo mi punto de vista, me limito a besarla con algo más de pasión que al principio hasta que se detiene para hablar.

Primero me quedo mirándola como si acabara de hablar en otro idioma y después empiezo a reírme hasta que noto como baja la mirada avergonzada. "Joder, no puede ser".
-¿Q-qué....?- me limito a decir bastante sorprendido, incapaz de creer que una preciosidad como ella no haya decidido hacerlo nunca antes. En todo caso sería porque ella no quiso, de eso estoy convencido...

-Está bien, no pasa nada, no tengas miedo- respondo cuando empiezo a ser capaz de procesar la información con algo más de serenidad, obligándome a controlarme más después de su declaración -Iremos... iremos despacio, seré muy suave...- le digo esto último cerca de la oreja, con tono meloso, entonces la rodeo con los brazos y empiezo a levantarme con ella a cuestas.

No puedo decir que pese como una pluma pero aún así puedo llevarla sin problemas hasta su habitación para dejarla caer sobre la cama con suavidad y mayor comodidad.
La sigo de cerca pero me limito a desabrocharme el cinturón y el pantalón incapaz de aguantar más tiempo con eso encerrado.

-¿Quieres que apaguemos las luces? Aunque preferiría verte...- admito mientras me inclino hacia ella, empezando a hundir la cara en la suavidad cálida de sus pechos, todavía cubiertos por la molesta camiseta.

Supongo que le he cortado bastante el rollo... Pero tenía que decirlo. Aunque me sorprendio bastante el hecho de que casi se quedara boquiabierto incrédulo por lo que estaba oyendo.
No se... yo lo veía bastante obvio que se me notaba ¿no?

En el momento en que me coje, le rodeo con los brazos y las piernas, apoyando mi cabeza en su hombro mientras caminaba por el pasillo. Si no fuera por el bulto que notaba ahora mismo rozándome creo que estaría bastante tranquila.

Cuando habla de apagar las luces, me lo pienso unos instante, hasta que finalmente acabo negando levemente con la cabeza.

-Yo también quiero verte...

Noto como se desabrocha el cinturón y se quita los pantalones bastante rápido. Intento desviar la mirada, pero supongo que no puedo y acabo fijándola durante unos segundos en la cobra tatuada y la "cobra" escondida en su ropa interior.
Desvio la mirada al darme cuenta que me observa y poso sus manos sobre el bajo de la camiseta. Quería volver a notar como me quitaba la ropa, acariciandome con sus manos.

-Hazlo...

Cuando desvía mis manos me siento contrariado por un instante pero cuando la oigo pronunciar esa pequeña orden no puedo evitar sonreír mientras obedezco a su petición sin dudarlo ni un instante.
Mis manos acarician sus costados con lentitud y con ellas arrastro su camiseta hasta quitársela del todo y dejarla a un lado.

Entonces empiezo a bajar los tirantes de su sujetador a través de sus brazos, tirando de ellos lo suficiente como para poder verla al completo.
-No haremos nada que tú no quieras, te lo prometo- aclaro en un intento de que se relaje todo lo posible mientras yo me muevo con mayor lentitud y suavidad que hace un momento, dándole tiempo para reaccionar, quejarse o incluso apartarse si se siente incómoda con cualquiera de mis gestos porque yo... ya no puedo detenerme.

Sostengo su cogote con firmeza, con una mano, y la obligo a inclinar la cabeza hacia atrás para empezar a besar su cuello una vez tras otra, descendiendo cada vez de forma más apasionada y húmeda hasta llegar a sus senos, los cuáles sigo recorriendo con mis labios mientras mi mano libre se introduce con cuidado dentro de su ropa interior.

La acaricio como si de pura seda se trata pero tras unos segundos hundo mis largos dedos en ella, mirándola de reojo.

En el momento en que se decide a bajar los tirantes, vuelvo a notar las mejillas ardiendo.
Creo que a una parte de mi le hubiera gustado taparle los ojos para que no me viera, pero me retengo. A pesar de mi edad, me siento como si tuviera el cuerpo de una niña de diecisiete años y eso no era lo que precisamente la gente buscaba.

Le contesto con una sonrisa tímida tras ver que no puedo decir nada coherente o algo que suponga más de una palabra.
Todo sería mas fácil si pudiera meterse en mi cabeza, así no tendría que pasar la vergüenza de oirme a mi misma decir ciertas cosas.

Noto sus labios por mi pecho y me concentro en ellos, cerrando los ojos y simplemente dejando que continue... hasta que siento como introduce sus dedos.

-¡Jod...!

Casi instantáneamente, agarro las sábanas con fuerza, envolviéndolas en mi puño. Me había pillado tan de improvisto, que lo único que siento por unos segundos en un dolor bastante intenso, que poco a poco va desapareciendo hasta convertirse en algo...agradable.
Por unos segundos me llevo las manos a la cara, mientras noto mi pulso mucho más alto que antes.

Siento que le he asustado con mi grito, lo que hace que me sienta más infantil y estúpida.
Tiro un poco de él hacia arriba hasta tenerle frente a frente y deslizo mis labios por los suyos hasta que acabo mordiéndole débilmente el labio inferior.

-Sigue...

Disfruto totalmente de la reacción de Anna, excitándome todavía más por el simple hecho de verla estremecerse y oírla gritar.
Me dejo llevar cuando tira de mí y le devuelvo los besos apasionadamente, inclinándome poco a poco hasta dejarla tumbada sobre la mullida cama para que esté lo más cómoda posible.

Esta vez no respondo ni digo nada. A veces tiendo a decir tonterías en momentos así pero ésta vez consigo contenerme y concentrarme en obedecer diligentemente su petición, deslizando mis dedos cada vez con mayor facilidad e intensidad en su propio cuerpo mientras me mantengo jadeante cerca de ella, besándola esporádicamente en los labios y en la barbilla sin detenerme hasta complacerla del todo.

Le sujeto el rostro, besándole mientras atiende a mi petición. Abrazo su cuerpo con fuerza, atrayéndole hacia mi y pasando los labios por su cuello.
Mi cabeza apenas podía procesar nada que no fuera el contacto con su piel y su respiración agitada.

De repente, siento el contacto con sus dedos demasiado fuerte, casi como la primera vez y no puedo contener otro débil grito y que mi pierna se contraiga en un acto reflejo por el dolor, golpéandole sin querer en la entrepierna.
Enseguida noto su dolor y me quedo mirándole casi asustada.

-Yo... Lo siento, es que...

Tras su segundo gemido me muerdo el labio inferior con fuerza, me muevo ligeramente para notar el roce de su piel en la mía y entonces de repente todo se nubla. Veo las estrellas, literalmente.
-Hóstia puta- se me escapa en un hilo de voz mientras me contraigo llevándome irremediablemente la mano a la ropa interior.

Me quedo unos segundos ahí encogido como un gilipollas, un gilipollas dolorido por cierto, y noto como a la vez el líbido va disminuyendo.
-No pasa nada...- alcanzo a responder después de un rato, preguntándome si realmente ha sido accidental o intencionado, como una manera de quejarse. Qué sé yo, podría ser.

Me incorporo entonces quedándome sentado en el borde de la cama, todavía algo jadeante pero bastante más bajo control que hace un momento. De repente todo se vuelve incómodo y un tanto vergonzoso, no estoy seguro de lo que hacer... aunque sí sé lo que necesito hacer.
-Es tarde, será mejor que descanses- suelto de repente mientras me levanto y me alejo de la habitación para encerrarme en el baño.

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OFF: Y a esto, queridos niños, se le llama frustración sexual x'DDDDDDDDD

Le veo alejarse hacia el baño y me quedo como una imbécil sentada en la cama hasta que oigo como se cierra la puerta del baño. Me echo hacia atrás hasta acabar totalmente tumbada y me llevo las manos a la cara.

-Soy idiota

Me pongo la camiseta, ignorando el sujetador tirado en la cama, y me levanto algo aturdida y mareada.
Camino en silencio hasta la puerta del baño y me quedo plantada frente a ella unos segundos, intentando oir lo que pasaba dentro. Al cabo de unos segundos, no he conseguido escuchar nada así que pico en la puerta.

-Rog...Eric-Hoy definitivamente no estaba muy fina que digamos...-¿Estás bien?-alcanzo a preguntar antes de darme cuenta de que no es de las cosas mas indicadas para decirle tras haberle pegado semejante rodillazo.

Apoyo la frente en la puerta y me vuelvo a recordar lo inmensamente idiota que estoy siendo.
Intenta pensar un poco antes de hablar ¿eh?

-Esque yo... no quiero dormir...

Me apoyo de espaldas a la pared y me llevo las manos a la cara, sin saber muy bien como hacerle entender lo que se me pasaba por la cabeza.
"No quiero dormir, no quiero dormir..." Esa no es forma de hacerle entender las cosas.

-Eric...quiero acostarme contigo.

No puedo negarlo, estoy totalmente en las nubes, obnubilado. Ni siquiera me percato de que Anna está tras la puerta hasta que ya ha dicho varias cosas... aunque sinceramente no tengo ni puñetera idea de el qué, me sorprende que me haya seguido y yo estoy muy......... Ocupado.

Cierro los ojos y resoplo sonoramente, sintiéndome algo más aliviado después de unos instantes para mí solo. Después llega la declaración de intenciones de Anna y me quedo mirando la puerta sorprendido.
El "shock" sólo dura un instante, al segundo siguiente ya he abierto la puerta de repente y me topo con su propio cuerpo, el cuál sujeto con firmeza y cierta fuerza contra el mío propio, esta vez totalmente desnudo.

-Casi, pero no. Vuelve a pedírmelo- exijo con una sonrisa malévola mientras uno de mis pies empuja a otro de los suyos separándole un poco las piernas.

Abre la puerta tan de golpe, que caigo hacia atrás chocando contra su propio cuerpo. Me quedo con los brazos colgando pegados a mi cuerpo, aunque por un momento, me parece rozar con los dedos una parte de su muslo donde debería haber estado su calzoncillo.

-¿Eh...?-Por unos segundos no logro entender a que se refiere, pero después me percato que realmente había dicho en voz alta lo que mi mente no me paraba de repetir.

Inclino la cabeza hacia atrás lentamente, algo asustada por la sonrisa que aún muestra. Verle desde esta perspectiva me hacía sentirme mas enana y vulnerable de lo que ya me consideraba.
Miro hacia el suelo unos segundos, hacia mis pies desnudos intentando encontrar fuerzas de alguna forma.

-Quiero acostarme contigo.

Me cuesta contener una risa cuando la oigo murmurar y desviar la mirada avergonzada pero lo consigo, lo que no puedo evitar es una sonrisa. Es tan encantadora e inocente... que por un segundo siento que no debería hacerlo. Pero ese segundo pasa de largo muy deprisa, a fin de cuentas ella misma me lo ha pedido aunque yo me haga el sordo.

Huelo su pelo embriagándome con él, quedándome cerca de su suave rostro.
-Sigo sin entender lo que dices- en esos momentos me siento cruel, creo que lo soy, la estoy "obligando" a desatarse cuando ni siquiera sabe lo que quiere pero no puedo evitarlo, yo también quiero disfrutarlo.

Mientras sigue pensando cómo decirlo, apuesto a que le va a costar unos instantes, la giro hacia mí y casi en el mismo movimiento la levanto del suelo, dejándola apoyada en mi cuerpo con las piernas alrededor de mi propia cintura.

Avanzo un par de pasos y la apoyo contra una de las esquinas del pasillo, facilitándome bastante el trabajo de sostenerla con los brazos tensos y expresión anhelante.

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OFF: ¿Me vas a decir una guarrada o qué? XDDDDDDDDD

Me agarré mas fuerte a él, apretando firmemente mis piernas en torno a su cintura mientras le miraba inquisidoramente.
Eres un pervertido, Rog. Incluso de pequeños te gustaba picarme hasta que pasaba vergüenza.

Pasé la mano enredándola en su pelo y tiré ligeramente de él hacia atrás, dejando su cuello tenso y completamente descubierto. Apenas pude contenerme y rápidamente mis labios fueron hacia él, dispuesta a volver a morderle esta vez en el hueco de debajo de su mandíbula.
Necesitaba una respuesta ya, se que no podría evitar para siempre decirle algo... y creo que mi cuerpo tampoco quería no responderle...

Me acerco a su oreja, lentamente, inclinando su cabeza hacia mi, hasta que me pasa por la mente las palabras que él no se había atrevido a decir sobre el escenario.

-Fuck me.

Jadeo sonoramente cuando me tira del pelo a pesar de que lo hace con relativo cuidado. Noto su mordisco como un relámpago placentero y después volvemos a tenernos el uno junto al otro mientras me musita una simple expresión. No es lo más fuerte que haya escuchado en mi vida pero me basta, me basta si lo pronuncia ella.

-Tus deseos son órdenes...- la miro con fijeza y sujeto su ropa interior, tirando de ella con violencia hasta que las costuras ceden y acaba en el suelo -Cada... puta... petición...- musito un poco ido por la excitación. No puedo evitarlo, cuando empiezo estar en el límite me desboco, digo las cosas sin pensar... y actúo de la misma manera.

Es entonces cuando me uno a ella, controlándome para hacerlo de manera lenta y suave, por lo menos al principio. A pesar de ello no puedo contener un gemido que termina en una sonrisa de puro placer.
La beso en los labios con dulzura y empiezo a moverme, incrementando la intensidad poco a poco, comprobando por su expresión y reacción que no se me vaya de las manos.

Cada vez que tira de mi ropa interior, siento que va a conseguir hacerme más daño que llegar a romperlas, pero al final noto como las costuras ceden y me sobresalto ahogando un grito.

Le miro atentamente, sobrevolando sus labios con los mios mientras habla, bastante ido todo hay que decirlo. No estoy segura de si me hacían gracia sus palabras o llegaban a intimidarme. Solo sabía una cosa... que Roger o Eric, o quien quiera que fuse, se había convertido en un pervertido y eso en parte... me gustaba.

Al principio no me molesta...es más, me gusta bastante mas de lo que creía a pesar de mis nervios y mi completa inutilidad para saber "que hacer".
Devuelvo cada uno de sus besos, mientras va moviéndose cada vez más deprisa, al principio lo dejo estar, mi cuerpo no se queja, si no todo lo contrario...

Pero al cabo de unos minutos empiezo a notar que se pasa de la raya. Contengo varios gemidos de puro dolor pero parece no darse demasiada cuenta que es por que relamente me está haciendo daño, hasta que al final decido clavar mis uñas en su espalda para llamarle la atención.

-Frena... un poco...-suelto jadeando antes de soltarle la espalda.

Apenas veo nada, sólo siento el placer. A cada segundo que pasa se vuelve más intenso, a cada minuto más violento. Aprieto los dientes y el sudor empieza a recorrer mi cuerpo mientras el pelo me cubre la cara, extasiado.
De repente noto sus arañazos y le respondo con una embestida casi brutal que nos deja a los dos empotrados contra la pared y extasiados hasta el final, al menos a mí. Después me doy cuenta de que he cometido un error, supongo que no se da cuenta que ese tipo de gestos a mí me ponen todavía más.

-Lo... lo siento...- alcanzo a responder mientras me relamo los labios pero por dentro... por dentro no me arrepiento de nada, excepto si le he hecho demasiado daño claro está.

-Te quiero. Lo sabes, ¿verdad?- añado después consciente de repente de que quizá estoy siendo demasiado enérgico para su primera vez pero me temo que no sé hacerlo de otra manera. De hecho suele ser peor.

La beso en la mejilla, en la barbilla y en el cuello y entonces la traslado, ya bajo control, nuevamente hasta su cama, donde la tumbo con cuidado.

Intento recuperarme del golpe aunque en estos momentos no sé que me duele mas, la verdad. Por unos instantes se me había cortado la respiración pero ahora, poco a poco parece que va volviendo a tener un ritmo "normal"
Cierro los ojos intentando no quejarme, pero... joder. Duele. Apoyo unos segundos la frente en su hombro mientras me pide disculpas, hasta que casi el dolor ha desaparecido.
Cuando vuelve a hablar, consigue que me sienta algo mas relajada y tranquila. Le sujeto el rostro entre las manos y le doy un beso en los labios como contestación.

-Entre que tú eres un bestia y yo una quejica...

Al volver a sentir el contacto de las sábanas en mi espalda, respiro algo mas tranquila, aunque me moleste la espalda por el golpe. Probablemente me saldría un moretón pero creo que en estos momentos me importaba bien poco.

Observo como me mira con unos instantes, quizás esperando o yo que sé... nunca se me habían dado bien los tios. Tras unos segundos acabo sonriéndole.

-Ven aquí, idiota.-susurro aun sonriente, mientras tirándole del brazo para que vuelva a ponerse sobre mi.