Everybody pay attention to me [Anna]

Frené la moto en frente de la cafetería, aunque pareciese mentira, necesitaba una coca cola, urguente. Miré a mi alrededor, esperando que no hubiese ningún Scarecrow o ningún cartel que delatase mi identidad, por suerte, sólo había uno pegado en una farola, así que, lo arranqué, y lo guardé en el bolsillo de mi cazadora militar. No quería sorpresas.

Puse la cadena a la moto y me puse las raybans, me aseguré de que la pistola no se viese, y me ajusté el pañuelo al cuello, con suavidad.

Al abrir la puerta de la cafetería, no me extrañó nada que apenas hubiese gente, así que pedí una coca cola, y me senté en la mesa más cercana a la puerta, así tendría una salida segura si algún Scarecrow aparecía por allí.

Entré en la cafetería practicamente arrastrando los pies. Pasar toda la mañana y parte de la tarde en los Laboratorios de BLI me resultaba agotador, y creo que me merecía un buen café y algo de azúcar por aguantar todo aquello.

Me senté en una mesa y esperé a que el camarero de atendiera. Miré a mi alrededor, como esperando ver algo que pudiera levantarme el ánimo, pero lo único que vi fue una chica con unas grandes gafas de sol sentada cerca de la puerta.
Le miré unos segundos antentamente. Había algo en ella que me hacía sentirme nerviosa.
-Un café y una magdalena-pedí cuando el camarero se acercó.


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OFF: Podría descubir que se te sale el cartel por la chaqueta?

OFF: Claro

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Di un trago a la coca cola, y observé como una chica entraba en la cafetería. Aun no entendía como esa cafetería podía seguir abierta, casi nadie iba a por cafés.

Me quedé pensativa cuando la chica me miró, ¿me habría reconocido? Intenté que no se notase mi preocupación y lo conseguí, la verdad. Di un trago a mi coca cola de nuevo y miré el reloj, no tenía mucho tiempo, debía estar en la base y aun tenía que atravesar el destierto.

Aún cuando el camarero me trajo el café, no pude parar de mirarla. Se iba a creer que me interesaba o algo por el estilo.
Di un largo sorbo al café mientras ella miraba su reloj y fue entonces cuando reparé en un papel arrugado que sobresalía de su chaqueta. Entorné los ojos para verlo mejor. Tenía dibujado el logo de BLI... Había visto miles de veces ese tipo de carteles en las entradas de los Laboratorios.

Quizás lo había arrancado para que no le descubrieran.
Me revolví nerviosa en la silla. ¿Qué debía hacer? Si la gente se daba cuenta se iba a armar una buena, y si la ayudaba corría el riesgo de que me pillaran y seguramente acabaría tan mal parada como ella.
Tras unos minutos comiéndome la cabeza, decidí levantarme y dirigirme temblorosa hacia ella.
Me senté en la silla que tenía justo enfrente. El camarero pasó por nuestro lado y fingí conocerla.

-¡Vaya! Cuánto tiempo, hacía mucho que no te veia.

Me sobresalté cuando ella se sentó delante de mí, sinceramente, no pensaba que se acercaría, la gente no solía hacer eso, la verdad. Observé de reojo como el camarero pasaba de largo y fijé mi mirada en ella.

¿Se suponía que tenía que hablar yo o iba a hablar ella? Pero si me quedaba callada nunca sabría que querría ella de mí, así que, finalmente, me decidí a hablar.

-¿Y bien?-pregunté observándola.

-Cartel-musité. Aunque prácticamente fué como vomitar aquella palabra atragantada en mi garganta desde hacía un rato.-En tu bolsillo...

No sabía muy bien a donde mirar, si a mi alrededor por si alguien nos pudiera estar espiando o a ella por la reacción que pudiera tener.
Supuestamente, le había salvado de un posible encontronazo con los Scarecrow, no creo que se pensara que la iba a delatar, ni que montara una escena... Pero aún así me mantuve alerta.

¿Cartel? Observé disimuladamente mi bolsillo, cierto, y metí la mano en el bolsillo, arrugando el papel, asegurándome de que no se volviese a salir y pudiesen descubrirme. Era un poco descuidada, la verdad, pero ella no tenía que saber que era yo la del cartel, ¿o lo había visto entero?

-Gracias-susurré.-¿Cuál es tu nombre?

A lo mejor podía sacar algo bueno de ese encuentro, ¿una nueva amiga? ¿información de BLI? Quién sabía...

Cuando vi que se guardaba el papel mejor de forma tranquila, me sentí un poco más aliviada.
Ahora que la tenía mas cerca, su cara parecía sonarme un poco más. ¿Podría ser que la hubiera visto en uno de los múltiples carteles que empapelaban las oficinas de BLI?

-Anna-contesté rápidamente. -¿Y tú eres...?

¿Podría ser que esta chica que tuviera enfrente fuera la primera Killjoy que conocía en mi vida? Algo dentro de mi se agitó, aun no se si por emoción o por miedo.

La observé, no parecía peligrosa, y si lo fuese, su nombre me sonaría, seguramente estuviese metida en los laboratorios y no en el ejército de los Scarecrows como el resto.

Me planteé seriamente si decirle mi nombre o mi mote, de todos modos, me habría visto en algún cartel, seguro, la cara de todos nosotros empapelaba la ciudad, qué poco nos querían... Tsé.

-Hollywood-comenté sonriendo de lado.-Pero todos me llaman Holly.

Sonreí al escuchar su nombre, me gustaba. Parecía simpática y alguien con quien se pudiera conversar, pero claro, eso solo era aparentemente. Sería mejor medir mis palabras, solo por sí las moscas.
Me acerqué un poco más a ella para que nadie más nos oyera.

-Holly, no creo que este sea un sitio muy adecuado para...gente como tú.-susurré.-Las oficinas están demasiado cerca y muchos de mis compañeros suelen pasarse por aquí cuando acaban el trabajo.

Mierda. Había dicho "mis compañeros". Intenté no ponerme nerviosa por si no había reparado en esa parte de la frase que podría traerme problemas.

-Por aquí hasta las paredes tienen ojos.-añadí.

Suspiré al escucharla. Sabía que esa cafetería no era un sitio adecuado para los killjoys, pero era la única cafetería que me pillaba de camino a la base y era, también, la que caía más cerca de mi casa, sinceramente, nadie podría sospechar de mí si iba a aquella cafetería, ¿no?

Alcé una ceja al escucharla decir "mis compañeros", entonces tenía yo razón, porque no tenía pinta de llevar un arma o algo así, apostaría todo a que era de los laboratorios, porque si fuese del ejército, ya me habría pegado un tiro.

-Trabajas en los laboratorios, ¿verdad?-pregunté curiosa.

Aparté la mirada cuando me realizó la pregunta. No me sentía orgullosa de trabajar allí. Realmente me asqueaba entrar por esa puerta todos los días y ayudar a fabricar más Battery.

-Si-solté finalmente-Y no es algo que me agrade, la verdad. Preferiría no trabajar para ellos pero digamos que no tengo elección.

Asentí al escucharla, a mucha gente no le gustaba eso, y dicha gente, no solía ser adicta al battery, por lo que su contestación me hizo plantearme si Anna era o no adicta a esa sustancia.

-¿Eres adicta al battery?-pregunté en voz muy baja observándola.

-No, no-contesté rápidamente.-Por suerte. Pero mi hermano lo fue y... no es... agradable trabajar con una droga que ha causado tantas muertes-Suspiré- Intento no pensar en ello.

Me pasé la mano por el pelo e intenté no recordar a mi familia.

-¿Y tu? ¿Eres adicta?-pregunté echándola una ojeada. Creo que distinguí todavía algunos gestos infantiles en su rostro.

La escuché hablar, era como si ella no quisiese acordarse de nada, de su familia, de su pasado... En el fondo yo la entendía, yo sólo tenía a los Killjoys y yo también había observado como el Battery destruía mi familia.

-No, yo tampoco-respondí.

Sonreí.
-No, claro que no.-contesté. Esperé a que el camarero se alejara y añadí:- Tienes radio. ¿Verdad? He visto a muchos chicos como tu en los laboratorios de BLI... Pero bueno, no parece que seas de las que se dejan coger facilmente-sonreí.

La observé y asentí levemente con la cabeza. Aun tenía radio corriendo por mis venas, y por eso algunos killjoys no veían bien que me pusiese en peligro, ¿qué pasaría si me cogían y experimentaban conmigo?

-Cuando pasas tu vida con gente como yo, no eres fácil de coger.

-Ya me imagino-contesté.-Al menos has tenido las agallas de escapar de aquí.
Suspiré.
-Yo me veo el resto de mi vida trabajando para esos...cerdos-dije bajando el volumen- y sin hacer nada bueno para que todo esto vuelva a la normalidad.

Creo que entre mis planes futuros no estaba huir de la ciudad y hacerme Killjoy. No tenía lo que había que tener para serlo. Aunque siempre había soñado con escapar de aquí, me daba miedo hacerlo.

-Pero...quizás...yo pueda serviros de algo-solté.

La escuché y abrí los ojos ante sus últimas palabras. ¿Quería servirnos de topo? ¿A nosotros? ¿En serio sabía lo que eso conllevaba?

-¿Sabes lo que podría ocurrir si te pillasen?-susurré mirándola.

Podría morir a manos de los scarecrows o ser usada de conejillo de indinas o no sé qué cosas. Ni si quiera los Killjoys hacíamos tanto daño a los traidores.

Reparé en las palabras que había dicho. Sabía que era la mayor idiotez que podía haber dicho a lo largo de mi vida, pero no soportaba trabajar para ellos. Cada día que pasaba haciendo más Battery me sentía como si matase a la mitad de la población. Como si estuviera traicionando a Roger.

-Si, me lo imagino-Me pasé las manos por la cabeza y suspiré-Me están pagando por joder la vida a la gente...y...Mierda. Ni siquiera se porqué lo he dicho. Nunca he tenido el valor suficiente para hacer nada.

Me mordí la lengua.

-Pero, en parte, me gustaría servir de ayuda-Me acerqué a ella-Lo siento. Quiero...pero me da miedo ¿entiendes? Me encantaría destrozar todos sus planes pero no me atrevo.-me desplomé sobre la silla- No sé que hacer.

Era como si por haber conocido a Holly algo en mi se sintiera con fuerzas para luchar contra BLI.

Bebí un poco de coca cola mientras la escuchaba. En el fondo, llegaba a entenderla, asustaba. Todo esto que los de BLI estaban consiguiendo con el Battery, daba miedo, y entendía que ella estuviese asustada.

Le sonreí intentando reconfortarla, y jugueteé con el vaso de la coca cola entre mis manos.

-El miedo es el mayor enemigo, Anna-susurré mirándola.-Si te pueden mantener asustada, te van a mantener controlada.

Me quité las gafas de sol, colocándolas sobre mi pelo, a modo de diadema y la observé.

-No vas a poder vivir asustada eternamente, porque llegará algún día en el que todo esto esté destruído y te preguntarás por qué no hiciste nada para detenerlo-suspiré.

Escuché sus palabras atentamente. Tenía una actitud completamente madura, mientras que yo parecía una cría indecisa. Me eché el pelo hacia atrás e intenté pensar con claridad.
Tenía razón. Había vivido asustada todo este tiempo. De que todavía pudiera haber represalias conmigo por intentar ayudar a mi hermano a superar la adicción, de que me pusiera enferma y me obligaran a tomar Battery...

Podría intentarlo, total... si ya lo había perdido todo ¿Qué mas podia perder?

-Tienes razón...Holly, quiero ayudaros con esto.-sonreí.

Sonreí al escucharla, tener alguien dentro de los laboratorios de BLI nos vendría de maravilla a todos, y eso significaría que iríamos un paso por delante de ellos, que nunca venía nada mal, la verdad.

-¿Estás segura?-la miré.-Anna, no es ningún juego, ¿vale? Quiero que consideres los pros y los contras de todo esto, nadie te va a obligar a nada, te lo aseguro.

Lo sé, lo sé-suspiré.-Se que esto podría acabar muy mal para todos, pero no quiero quedarme de brazos cruzados mientras Korse se hace mas fuerte.

Me crucé de brazos y los apoyé en la mesa.

-Desde que trabajo para ellos no les he dado ni un motivo para que pudieran sospechar de mí a pesar de lo que le hicieron a mi familia.-Hice una pausa y continué-No tendré las agallas para ser un Killjoy, pero quiero ayudar en la medida de lo posible. Al menos, dejame intentarlo.

Observé la puerta de reojo, me preocupaba que pudiese entrar alguien que me reconociese, y entonces, tuviese que salir corriendo y ellos cogiesen a Anna.

-Está bien, puedes ayudarnos-la sonreí.-Pero no podemos hablar en un lugar público, si nos descubren, no conseguiremos nada.